SIN LUZ

Ayer tuvimos una tarde sin luz debido a que los gastos comunes, extrañamente, no estaban pagados, eso no impidió que llegaran varios amiguitos y que el tío conserje nos diera la luz solo por la noche, así que pudimos comer unos deliciosos choripanes y unas cervecillas; algunos hicieron sus trabajos para la universidad, otros descubrieron los placeres de la silla del amor, algunos fueron capaces de levantarse para ir a la universidad... otros ni siquiera lo intentamos

Receta para el peor arroz del mundo

Meter a dos personas claramente no interesadas en bajonear, en una cocina y de ahí pum! nacerá el peor arroz de la historia de los bajones del mundo mundial... el nunca bien ponderado... ARROZ PARA SOYA (si lo llegabas a convertir en una especie de sopa... dejaba de ser incomible, pero aun así era como el pico)

CORAZÓN

puros locos piola

una weá tranqui

Aquí pueden apreciar a nuestra manipuladora de alimentos a punto de disfrutar del legendario superbowl, en una noche wild on como cualquier otra

Aquí en una junta tranqui, el cumpleaños N°35 de la María Laudelina del Santísimo Socorro (aquella guapa de lentes oscuros), nos acompañaban aquella noche... de izquierda a izquierda inversa : un payaso adicto al alcohol gel, jarri poter pachamámico y un weón caliente

European Style

Ok, estoy recién comenzando con esto y siento que quizás a alguien por ahí le puede llegar a interesar lo que ha ocurrido en un año y lo que seguirá pasando por estos lados, en el departamento que comparto con mi amiga a la cual llamaremos María Laudelina del Santísimo Socorro, para proteger su identidad.

El año pasado fue un año espectacular, vimos circular por el pasillo de nuestra morada a incontables personajes de la escena capitalina, los cuales vinieron a llenar nuestro hogar, dulce hogar, con alegrías y destrozos, con sus guitarras y perreos, con pizzas y arroz para soya; en fin, vinieron a prender nuestro primer año lejos de San Rosendo.

Así que aquí iré contando algunas de las anécdotas más notables, para su deleite y quizás nuestra humillación pública

Nos vemos pronto, por acá en el 1404